Mi pequeño articulo empieza con la competencia casi desleal, y me refiero a casi desleal porque la deslealtad es cuando alguien que desarrolla tu misma profesión, actividad etc. consigue llegar a un objetivo final, pero las vías que utiliza son atajos que la moralidad o la ética de los demás respetan, y permite a otros ir o utilizar esos atajos y conseguir esos objetivos o incluso superiores con mucho menos esfuerzo. En nuestro caso, además de lo anteriormente expuesto, la administración se tapa los ojos y los oídos, pero a los ortopédicos nos hacen inspecciones y nos exigen licencias de apertura.
En el caso al que me refiero no hay deslealtad, por eso digo casi desleal, porque la mayoría de las empresas o personas a las que me podría referir están en el mismo mercado, pero no cumplen las condiciones, licencias, trámites y exigencias profesionales, técnicas que a nosotros los técnicos ortopédicos se nos exigen.
Veamos el caso de grandes superficies, tiendas de deportes, comercios diversos, tiendas de los "chinos", zapaterías… En todo este tipo de establecimientos, nos podemos encontrar con productos ortopédicos, la mayoría sin homologar por Sanidad y sin tener ningún tipo de personal titulado o cualificado que realice su adaptación. Todo esto sin entrar en el tema de páginas web, donde se da el caso de personas que compran en esas web o incluso en tiendas de bicicletas, que con esa factura piden el reembolso a la Consejería de Sanidad de turno del, en teoría, producto sanitario.
A la ortopedias nos exigen un técnico ortopédico titulado, pasar una inspección de sanidad que se revalida cada 5 años, unas condiciones técnicas de aparatos, estructura, taller, etc. En los "desleales" la misma licencia que le permite vender un helado, bombillas, pinturas, corta césped o balones de futbol les habilita para vender desde rodilleras o soportes de neopreno, ayudas técnicas, andadores…
Últimamente se ha incorporado a este desaguisado, las tiendas de deporte que analizan la pisada con una máquina y que vuelven loco al usuario con su zapatilla de deporte, con la cantinela: "eres pronador", "eres supinador"… La misma persona que vende las camisetas de futbol y chándal es la que asesora sobre lo que le conviene a una persona que tiene el pie valgo, plano, cavo y le prescribe unas zapatillas con apoyos externos o internos que nunca sabrá de las consecuencias que puede tener posteriormente en el usuario, nosotros sí, porque acaban pasando por el médico con dolores de rodilla, mandándoles unas zapatillas neutras y unas plantillas con sus apoyos correctos.
En estas mismas tiendas como en las de esquí realizan plantillas con sus diferentes descargas a criterio del empleado que les atiende, solo criterio, porque no tienen ningún tipo de formación técnicosanitaria que pueda validar su opinión o criterio.
En este artículo que pongo entre paréntesis "todos con la misma moto", me refiero a que como aficionado que soy desde muy joven a la moto de campo, en los triales que en mi juventud corrí, lo que pedíamos es que todos tuviéramos la misma moto, para competir en igualdad y que el mejor técnicamente fuera el que ganara.
Yo desde aquí no le pido a la administración que nos de la misma moto a todos, porque saldría perdiendo el ciudadano, lo que le pido es que nos dé a los profesionales ortopédicos el papel que nos merecemos y que la administración haga cumplir la legislación igualmente que la cumplimos nosotros, y se acabaran con estos pseudochiringunitos sanitarios con barniz deportivo en algunos casos.
Bueno y os dejo y vuelvo a la ortopedia a trabajar que me ha llevado un ratito el artículo.
Quiero dar las gracias a FEDOP y a su presidente, Pablo Perez Sedño por la labor tan buena que está haciendo de nuestra profesión en Madrid.