Se calcula que uno de cada 800 recién nacidos en España presenta una malformación congénita conocida comúnmente como pie zambo o equinovaro. Se caracteriza porque uno, o los dos, pies se encuentran girados hacia el interior, no están alineados con la pierna o ambas plantas de los pies aparecen enfrentadas. Pero no siempre es necesaria la cirugía. Ortopedistas de todo el mundo llevan décadas aplicando el Método Ponseti para corregirlo, con índices de éxito que alcanzan entre el 95% y el 99%.
Se trata de un sistema ideado por el doctor Ignacio Ponseti en la década de los años 50 del pasado siglo, aunque no se popularizó hasta el año 2000 gracias a la acción del doctor John Herzenberg. Debe comenzar a aplicarse, si es posible, cuando el bebé cuente con 7 ó 10 días de vida, para que el tratamiento sea algo más corto y cómodo, pero es igual de efectivo si se emplea durante la infancia.
Así, el especialista manipulará suavemente el pie o pies zambos y, para mantener esta corrección, se enyesará o entablillará ligeramente el pie. Esta inmovilización puede tener que mantenerse las 24 horas del día pero se renovará regularmente. Igualmente, en muchos casos puede ser necesario realizar un pequeño corte en el tendón de Aquiles, una tenotomía, que se efectúa con anestesia local y no requiere grapas de cierre.
Una vez que se han retirado los yesos, y después de algunas semanas de la tenotomía en caso de que haya sido necesaria, se colocarán unas férulas o botas ortopédicas abiertas por delante y unidas por una barra metálica que reforzarán la posición correcta del pie adquirida gracias a la inmovilización de los yesos. Estas férulas se utilizarán durante las 24 horas un período variable de meses –idealmente entre 3 y 5- y, posteriormente, es posible que haya que prolongar su uso, pero sólo durante la noche.
El pie zambo, por tanto, si se trata precozmente y por especialistas que conocen correctamente el método, no supone impedimento alguno para que el niño, una vez completado el tratamiento, pueda llevar siempre una vida completamente normal.
Foto: Plaza Ferrol