Una de las prioridades de los especialistas que se dedican a la confección de prótesis ortopédicas es conseguir la máxima comodidad para los pacientes que las van a usar. De hecho, su principal interés es hacer una pieza que se adapte de manera perfecta al cuerpo.
Para que esto sea posible no es necesario recurrir a la implementación de sistemas muy sofisticados en las prótesis, sino buscar las calcetas, y su mejor material de fabricación, que den confort y protección a sus usuarios. Y por protección se entiende proteger la piel de la presión y la fricción, la absorción de la sudoración y la ventilación.
Para confeccionar estas calcetas se emplean diversos materiales, entre los que destaca la lana, gracias a su elasticidad, absorbencia y capacidad de adaptación. También se usan las fibras sintéticas con el mismo objetivo. Algunas por sí solas, como la licra y el polipropileno, capaces de alejar la humedad de la piel y perfectamente elásticas y con memoria, dos virtudes ideales para los pacientes que tienen problemas de edemas y/o atrofias.
Otra de las fibras sintéticas que destacan especialmente es el nylon, con propiedades como repeler la humedad y controlar la fricción que puede resultar de la unión entre la piel, la calceta y la prótesis.
Uno de los materiales más nuevos en la elaboración de calcetas y liners para prótesis es el gel de silicona, uretano o aceites. Sus principales virtudes son la amortiguación y la distribución de la presión de la prótesis en el cuerpo, así como la reducción de la fricción.
Hay que tener en cuenta que, estos liners y calcetas de gel, pueden usarse por sí solos con la prótesis o combinados con otros de los modelos que hemos citado anteriormente. De esta manera se puede conseguir que el paciente tenga un correcto ajuste de su cuerpo a los problemas que pueda tener, como cambios de volumen, atrofia muscular o posibles edemas.
Además, los liners tienen una ventaja adicional: que mantienen la suspensión de la prótesis si cuentan con un sistema de lanzadera distal que se acopla en el encaje.
Foto: Poliorto